Termino un buen fin de semana, llego a Madrid tras haber viajado por España, dos días fuera de casa visitando ciudades preciosas donde solo veo una sala de conciertos y un hotel, me duele el cuello de intentar dormir en la furgo sin éxito y deseo poder llegar a casa y descansar.
Nunca entenderé todo esto. Siempre he pensado que cuando estás en un escenario frente a cientos o miles de espectadores están absorbiendo tu energía. Es por eso que quieren ir a verte y que pagan un dinero. Cantar y tocar la guitarra lo hacen miles de personas y hacer canciones también pero tener la capacidad de repartir magia, energía y sueños desde el escenario créanme que es realmente complicado y agotador.
Pasarán un par de días y todo volverá a la normalidad. Como si de una resaca se tratase vuelves a estar perfectamente y solo deseas mirar el calendario que tienes pegado en la pared y ver una cruz roja para volver a viajar y volver al escenario. Es así, así tiene que ser, así es mi vida!!!
Comparto este artículo que inspiró en mi las ganas de contar todo esto.
http://granpausa.com/2015/01/10/los-musicos-de-los-colectivos-con-mas-riesgo-de-depresion/
Abrazos
Mario Martínez